EL DÍA QUE DEJEMOS DE SER “FOLCLOR DE CORREDOR DEL
EXTRANJERO” REIVINDICAREMOS EL ARTE MAYA’, MIENTRAS TANTO SIGAMOS ELIGIENDO
REINAS, BAILANDO SONES DE MARIMBA DE CONCIERTO, MOSTRANDO TRAJES TÍPICOS LIGHT EN
LOS FESTIVALES FOLCLÓRICOS, HACIENDO MÚSICA FOLCLÓRICA, MÚSICA FOLCLÓRICA PREHISPÁNICA, MÚSICA ANCESTRAL FOLCLÓRICA, ROCK FOLCLÓRICO, HIP
HOP FOLCLÓRICO Y RINDIENDO TRIBUJO A LOS SANTOS PATRONOS IMPUESTOS Y HACIENDO
CEREMOÑAS MAYAS…
2 de julio de 2014
7 de marzo de 2014
Así quisieron civilizar a nuestras abuelas y abuelos, así nos quieren seguir civilizando...
Estoy borracho, recordándome de mi
“gentilidad” (dirían los putos curas que impusieron su religión)… y solamente
así, estimulo mis sentidos para conversar y dialogar con el k’u’x de mis
abuelas y abuelos y así conocer de su propia voz las atrocidades e imposiciones
estúpidas que les hicieron los ¡malditos
invasores!
Bebiendo la bebida fermentada que me
recuerda a la bebida de mi abuela y abuelo, cuando alrededor del fuego, después
de haber casado un kej, halaw, chakow o seel xul compartíamos. Mientras el fuego
avivaba, nos envolvíamos en la rica historia que nos regresaba en el tiempo de
las grandes mujeres, de los grandes hombres, nuestras raíces…
La des-indianización del maya’ es
quitarse encima toda imposición, purificarse de los fantasmas religiosos del
siglo XVI, romper las cadenas del sistema occidental y desobedecer las leyes de
indias… que todavía siguen vigentes y dejar de ser sumisos y sirvientes de este
puto sistema que nos lleva cada día a la decadencia y a la prostitución de
nuestra identidad (Aj Xol Ch’ok)…
Documento Numero Ocho
Ordenanzas de Tomás López
(1552-1553)
“Otrosi, mando que los indios e indias que fueren
bautizados y cristianos, dejen (así como lo prometieron en el santo bautismo
que recibieron) todas supersticiones y agüeros y adivinaciones y hechicerías, y
sortilegios, y no echen suertes, ni cuenten maíces para saber lo porvenir, ni
canten ni publiquen sueños como cosa verdadera, ni agüeros, ni consientan que
otros lo hagan, ni hagan la fiesta del fuego, que hasta ahora en esta dicha
provincia se hacía.
Y ninguno sea osado de traer insignia alguna de sus
gentilidades en las orejas, ni en las narices, ni en los labios, ni se embijen
con color alguno, ni críen coleta[1],
sino que en todo dejen sus insignias gentílicas, y la costumbre o por mejor
decir corruptela, que los varones y mujeres tienen de labrarse todos. Lo cual
además de ser peligroso para la salud corporal, tiene también algún resabio de
su infidelidad y gentilidad. Y los maestros y oficiales de labrar, quemen y
desechen todos los instrumentos y aderezos que para ello tengan, y de aquí
adelante no labren a persona alguna, ni usen tal oficio, so pena, etc. (212)”
“Iten, por extirpar toda gentilidad y resabio entre
los naturales, mando que ninguno sea osado de poner a su hijo o hija nombre
gentil, ni divisa o señal alguna, que represente haber ofrecimiento al demonio,
so pena, etc.”
[1] Mechón de cabello entretejido o suelto, sujeto con
un lazo o goma, que se hace en la cabeza. ||
2. Cabello envuelto desde el cogote en una
cinta en forma de cola, que caía sobre la espalda. Se pone en algunos
peluquines.
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